Subscribe:

30 junio 2010

¿Por qué?

Hay días en los que me levanto sin tener muy claro porqué mi cabeza se empeña en vivir una vida que no es la que sigue el resto de mi ser. Esos días suelen estar disfrazados de normalidad. Las calles siguen igual que siempre y el tiempo sigue pasando marcando el ritmo a cada paso que da, pero mi mente evade esa realidad para coger un lienzo diferente donde pintar una realidad alternativa; realidad que, por supuesto, no se acerca ni por asomo a la que debería ser. Pero, ¿cómo se puede decidir entre la realidad que uno imagina, la que uno anhela tener ante sus ojos y la que es?

La naturaleza del ser humano está llena de incógitas y paradojas que marcan nuestro estado de ánimo en cada uno de esos pasos que el tiempo da. Es sencillo dejarse llevar por recuerdos y fantasías que reconforten nuestro corazón, sedándolo de la cruda verdad para que el sufrimiento sea más llevadero. En mi caso, es evidente que funciona a medias, porque por un lado me permite crear un mundo a mi medida, pero por otro me recuerda a cada instante que lo que ahora deseo es poco menos que un imposible. Cada día me recuerdo a mí mismo que no se puede depender de nadie, que nadie hará por ti lo que esperas que haga, pero mi mente y mi corazón siguen pendientes de esa premisa que tanto va condicionando mi día a día.

0 comentarios: