Subscribe:

28 mayo 2011

Carta a mis enemigos

Politicos y fuerzas de seguridad del estado de vuestro bienestar:

Ya no estoy indignado. Habéis conseguido que lo que era un estado continuo de mosqueo traducido a indignación dejara paso a nuevos sentimientos. Vosotros, policías, municipales y, sobretodo, Mossos d'Escuadra, habéis demostrado ser los perfectos perros guardianes de los ladrones. Siempre había creído que los cuerpos de seguridad estaban para garantizar el bienestar de los ciudadanos, para preocuparse por su seguridad y hacer cumplir la ley. Este viernes 27 de mayo de 2011 lo habéis demostrado de forma contundente. Habéis defendido el bienestar de los ciudadanos, os habéis preocupado por su seguridad y habéis hecho cumplir la ley. Con vuestros actos habéis dejado bien claro cual es nuestro lugar, el de la basura. Los ciudadanos, conocidos entre la basura como políticos, empresarios y demás personas humanas de las altas esferas económicas, han sido protegidos gracias a vuestras armas de limpieza: las escopetas de bolas de goma y las porras. Vosotros, mero equipo de limpieza que sobrevive con un sueldo y con algunos privilegios sobre la basura, os habéis preocupado por su seguridad, la seguridad de seguir llevando un sueldo digno cada mes a casa y algunos extras sin importancia. Vosotros, marionetas de los ciudadanos que dictan con sus antojos las leyes que se deben cumplir, habéis protegido su ley de coger prestado, aunque nunca más lo vayan a devolver, todo aquello que la basura ha ido consiguiendo a costa de tener que acabar viviendo incluso en la calle. Pero habéis errado el tiro; como un cazador novato habéis disparado al aire en una zona llena de palomas, tantas que son incontrolables, y habéis conseguido que alcemos el vuelo y empecemos a revolvernos contra vosotros y contra los ciudadanos. Contábamos con vosotros, erais parte del pueblo, os respetábamos y hasta pedíamos consejo para hacer las cosas bien. Pero habéis preferido aseguraros de que los ciudadanos siguieran en su trono de zafiros, rubíes y terciopelo. Ahora sois otro nuevo enemigo del Pueblo. Porque somos más, porque nos estamos organizando, porque vuestros miedos ahora se van a hacer más realidad que nunca. Porque donde vosotros ponéis un golpe, nosotros pondremos un beso, donde vosotros ponéis un bolazo, nosotros pondremos una mano, cuando vosotros levantáis la porra, nosotros una flor. Os considerábamos nuestros hermanos, creíamos realmente que estabais tan jodidos como nosotros pero, al igual que con vuestros ciudadanos, hemos abierto los ojos y no toleraremos más vuestros actos. Quisisteis espantar a 200 palomas y volvieron 4.000. ¿Qué vais a hacer ahora?

Políticos, no me olvido de vosotros. Habéis intentado mandarnos a vuestros perros de guardia y no os ha servido para nada. Mientras vosotros os desesperáis por intentar acabar con esto, nosotros nos organizamos mejor, nos unimos más y nos hacemos más fuertes. No os resistáis en vuestros tronos, no os servirá de nada. Tarde o temprano el Pueblo, o lo que vosotros creéis que es basura, ocupará su lugar, el lugar soberano que le corresponde. El Pueblo es quien tiene el poder; ellos os pusieron donde estáis, ellos os quitarán de ahí. Cuanto más duro nos ataquéis, más fuertes nos haremos. Ya no estoy indignado, estoy feliz. No por los golpes cargados contra mis hermanos, sino por el miedo que habéis demostrado tener, por vuestros pasos en falso que delatan vuestra preocupación. El Pueblo fue avisando de lo que pasaría, pero nunca quisisteis escucharlo. La altura a la que os habéis posicionado os ha alejado más del Pueblo para no escuchar las quejas que salían de él, pero ahora ya es tarde. Solo os queda rezar y encomendaros a vuestro Dios, aunque el Euro ha dejado de estar de vuestra parte. Vuestra infinita avaricia os ha hecho blanco fácil. Podéis manipular los medios de comunicación, incluso convenceréis a algunos hermanos borregos que aún no nos han escuchado, pero no os va a durar mucho. La revolución ha empezado y es imparable.

Hermano Pueblo, ahora o nunca. No os dobleguéis ante sus perros. Ni porras ni pistolas deben acallar el grito de nuestro pecho nace. Ellos dependen más de nosotros que nosotros de ellos. Ahora es cuando toca actuar. Uniros en las plazas, salid, reuníos, organizaos.

"Nunca llueve eternamente".
"La fábrica es suya, pero nuestro el poder".