Día 1

Hoy he decido que voy a empezar una nueva rutina, algo que hace tiempo quería hacer pero que nunca me ponía. Hoy voy a contarle al mundo qué tal mi día. Por lo general, el trabajo sigue en su línea: llamadas, chats y casos mal gestionados por los demás. Como en todas partes, siempre hay incompetentes, así que aquí no podía ser menos. Por suerte, yo me limito a hacer mi trabajo y cumplir con lo que se me pide. Así que, en ese aspecto, estoy cubierto y tranquilo.
Por otra parte, llevaba ya unos días con unos ánimos un poco girados: el viernes estuve enfermo y lo he ido arrastrando todo el fin de semana, por lo que al empezar la nueva semana no había tenido ocasión de cambiar de aires y eso lo he notado. Además, he vuelto a tener una pequeña discusión con alguien importante, para no perder la costumbre. Lo que me lleva a la siguiente reflexión: ¿cuán importante es que nos dejemos ayudar en problemas que ni uno mismo conoce realmente? La pregunta tiene tela, lo sé, pero es algo que estoy aprendiendo día a día.
Siempre he sido de esos que no saben pedir ayuda, que se comen los problemas entre pan y pan y luego acaban reventando por dentro. Algo, niños y niñas, que no os recomiendo para nada, ya que tus trozos los tendrás que acabar recogiendo solo. Siempre hay días en los que estás más estúpido que otros y en esos días es cuando más se necesita una hostia. Tener a alguien con la capacidad suficiente como para perder el tiempo de escucharte y de darte la hostia cuando te la mereces, no tiene precio. Por suerte, hoy he podido recibir la mía a tiempo y justo de esa personita que siempre tengo en un rinconcito al resguardo del viento y la lluvia.
Hoy me ha vuelto a recordar que no tengo límites, que puedo volar incluso si me lo propongo, y hoy me ha apetecido hacerle caso. Así que me puse a limpiar y a ponerle una sonrisa a la vida. Sé que con unas horas no hago nada, pero todo camino empieza por un primer paso y éste ha sido el que he dado hoy, el día 1. Ahora será mejor que me vaya a dormir y descanse, que mañana llega el día 2 y hay que cogerlo con fuerza y ganas.

Buenas noches y dulces sueños.